Por: Dr. Philippe Gutton

Todo esto debe ser entendido de manera muy flexible respecto del desarrollo de la historia, historia tanto del niño como de su familia.

Pienso que en el psicoanálisis del niño en Francia son dos las edades que han sido mejor teorizadas y particularmente trabajadas: el bebé y el adolescente. Existen numerosas publicaciones de investigación sobre el psicoanálisis del bebé. La palabra maestra de esta teoría es aquí la palabra interacción y de manera más privilegiada, la interacción madre-bebé bebé-madre.

Es para nosotros muy importante: lo que existe en una unidad madre-bebé. En realidad, la interacción en el primer año de vida es mucho más compleja; para simplificar, diría que existen dos sistemas interactuantes que son estudiados, que se estudian.

La interacción estrecha madre-bebé de la que acabo de hablar, interacción, tanto más estrecha cuanto que el bebé es más joven, y la interacción madre-mujer, la interacción deseo de la madre-deseo de la mujer.

Para acabar, gran parte de este psicoanálisis del bebé viene a retomar este viejo problema en materia psicoanalítica, de la madre y de la mujer; recuerden las violentas discusiones que se daban entre las mujeres que rodeaban a Freud en los años treinta.

Este doble sistema de interacción tiene como objetivo entender el funcionamiento de la psiquiatría del bebé. En este sentido Serge Lwoviá fue uno de los que promovió una sociedad internacional de psiquiatría del bebé. Esta sociedad agrupa por supuesto a psicoanalistas, pero también a pediatras y también a psicólogos experimentalistas.

La segunda edad interesante para nosotros es la adolescencia. Anna Freud decía que era ella la Cenicienta del Psicoanálisis; nosotros pretendemos que ésta habría encontrado en París o en Londres a su príncipe azul o a sus príncipes azules.

En cuanto a la adolescencia, existen dos corrientes de pensamiento muy distintas, pero cuya síntesis es muy interesante: los psicoanalistas que tienen esencialmente una formación de psicoanalistas de adultos, por un lado, y por el otro los psicoanalistas que esencialmente tienen una formación de psicoanalistas de niños. Ambos grupos tienen que confrontar sus opiniones en el momento de la pubertad. Desde hace mucho tiempo existía en París una escuela de psicoanálisis del adolescente. Citaré algunos nombres muy importantes para nosotros ya que son nuestros maestros en cuanto al psicoanálisis del adolescente hoy: Pierre Mali, E. Kistenberg.

Sólo recordaré algunos de los principios de nuestro grupo de trabajo en cuanto al psicoanálisis de la adolescencia.

Es nuestra preocupación estudiar la adolescencia como un proceso y no como una edad; es un proceso que puede existir en cualquier edad a partir de la pubertad; no habría adolescencias terminadas.

Segundo: el lugar que dedicamos a la pubertad, que acordamos a la pubertad y a su biología. En esto somos claros alumnos de Freud. Nos preocupa distinguir dos estilos en los procesos de la adolescencia; los primeros ligados esencialmente con la pubertad y su proceso biológico. Y tenemos una concepción más bien traumática de lo que le ocurre a un niño cuando se vuelve púber; el viejo adagio “en la pubertad todo se arregla” no es nuestro, de ninguna manera.

Los procesos psíquicos que están ligados a la pubertad y que vienen a terminar la infancia y eventualmente a hacer que uno la extrañe, esos procesos son traumáticos; así se define un segundo modelo de procesos de adolescencia cuyo objetivo es reparador de los anteriores.

Todos los trabajos que estamos llevando a cabo ahora, son sobre la adolescencia y particularmente sobre la patología grave en la adolescencia, pienso en la psicosis, en la delincuencia, en las conductas adictivas, en la toxicomanía, y también en los problemas alimenticios: la anorexia y las crisis bulímicas. Ustedes sabrán que 15% de las estudiantes en Estados Unidos tienen crisis bulímicas; aquí tenemos un síntoma grave y extraordinariamente frecuente. El abordaje de esos casos graves, consiste en estudiar cómo se juega, como se encuentran el traumatismo pubertario y los procesos reparadores.

Última particularidad de nuestra reflexión sobre la adolescencia. La crisis del adolescente siempre provoca una crisis de los padres; y aquí una vez más encontramos fricciones sobre la interacción entre adolescente y padre.

Agregaría algo sobre la adolescencia, la importancia que le dedicamos hoy en día a la sociología de la adolescencia; es una ciencia joven, no tiene más que quince años y los sociólogos de la adolescencia son verdaderamente escasos. Como verán ustedes no pensamos que la adolescencia es un fenómeno del siglo, como a menudo se dice, la adolescencia es un conjunto de procesos que surge en todos los niños que se vuelven púberes, y este proceso de la adolescencia se expresa de manera muy distinta según las sociedades en las cuales estos niños viven. Así podemos decir que los ritos de iniciación son adolescencias condensadas. A la inversa, podemos pensar que en las sociedades occidentales la adolescencia se prolonga de manera crítica.

Dedico gran parte de mis actividades a la investigación de la adolescencia, y ya que me invitaron aquí para hablar de eso, podría hoy, esta noche, hablar mucho más, pero aquí me detendré, sin embargo. Y espero concluir habiendo podido confirmar mi prólogo, mi introducción, que decía que el psicoanálisis en Francia es muy activo, goza de buena salud.

Sextas Jornadas AMERPI A.C.
GRUPO TESEO