Por: Dr. Philippe Gutton
Antes que nada les agradezco haberme permitido estar con ustedes hoy esta noche.
El tema de esta conferencia es el Estado Actual del Psicoanálisis en Francia; el tema es un poquito amplio, por lo tanto trataré únicamente el estado del psicoanálisis que concierne al niño y al adolescente. Claro es que vamos a hablar del estado, de la situación de las ideas, de éstas mucho más que de las personas, a sabiendas de que las personas desaparecen mientras las ideas se quedan.
Sin embargo, antes de entrar en el tema mismo, quisiera decir algunas generalidades que atañen al estado del psicoanálisis en Francia; el título puede parecer un poquito nacionalista, como si el psicoanálisis tuviera banderas; creo que en parte es cierto, así es. En Francia el psicoanálisis goza de buena salud; parece que resistió bastante bien a los movimientos comportamentalistas que venían de los Estados Unidos. Es importante precisar esa buena salud y regresaremos para hablar de las razones de esta buena salud de la que goza el psicoanálisis en Francia. Dentro de estas razones parece ser que el psicoanálisis ha sabido adaptarse a patologías muy distintas, pienso muy precisamente en la psicosis y en las patologías psicosomáticas. Cuando digo que supo adaptarse, entiendo por eso que supo adaptar tanto su marco práctico clínico como sus modalidades teóricas. También supo adaptarse a los cambios sociales, obviamente considerables, que se dieron de estos trabajos de Freud. Quiero decir que el psicoanálisis se encuentra en muy buen lugar, al mismo tiempo como aparato teórico y como aparato de tratamiento en la estructura de curación y en particular en los hospitales psiquiátricos, en el conjunto del campo de lo que llamamos la higiene mental. El psicoanálisis, por tanto, se encuentra en una buena posición en los hospitales psiquiátricos, y también en los hospitales generales. Regresaremos sobre este tema en particular en lo que atañe al niño.
El psicoanálisis pudo conservar una posición no polémica, en particular respecto de los progresos, los avances de la biología y en particular de la genética. Cuando nos traen noticias que atañen al descubrimiento de la genética de la esquizofrenia, de ninguna manera nuestro aparato terapéutico que atañe a la esquizofrenia tiene que ser modificado por ese descubrimiento.
Pienso que el psicoanálisis francés tiene tres particularidades que le son a la vez favorables y, por otro lado criticables. Sólo voy a enunciarlas sin desarrollarlas.
Primero el lugar del filósofo, del filósofo que desarrolla un trabajo psicoanalítico. Segundo el enorme trabajo de freudología: entiendo por eso no sólo las referencias constantes a los conceptos de Freud, sino también a su método de trabajo y también a la historia de esos conceptos; un ejemplo que podemos citar es la traducción de Jean Laplanche, traducción original, por cierto, de la totalidad de las obras de Freud, traducción que está en curso ahora. Con la preocupación de dar cuenta de las palabras alemanas, con el riesgo de volver el francés muy, muy difícil de leer. La tercera particularidad, entiendo, es la manera como se planteó la cuestión del sujeto en la escuela lacaniana, y más precisamente hoy en día, dado el esfuerzo de psicoanalistas, lacanianos y no lacanianos, para encontrarse en la cuestión del sujeto, acerca de la cuestión del sujeto. Pienso en psicoanalistas de influencia fuertemente lacaniana como Piera Aulagnier y Guy Rosolato, y pienso también en el impacto que tuvo el pensamiento lacaniano, impacto sobre psicoanalistas que yo consideraría un poquito más prácticos como André Green, Laplanche y Didier Anzieu; tres que conservan algún recuerdo del diván de Jacques Lacan. Esta cuestión del sujeto aparece como sumamente importante no sólo en el psicoanálisis, sino también en el tratamiento de la psicosis. La integración de la historia del sujeto, la oposición entre el sujeto del enunciado y el sujeto de la enunciación, los momentos críticos de los compromisos identificatorios, por los que el sujeto tiene que pasar en su vida; finalmente el lugar de este sujeto respecto de la metapsicología freudiana.
Voy a tratar ahora con mayor precisión el asunto del psicoanálisis del niño. Su lugar es indiscutible e indiscutido en la totalidad de la estructura de curación del niño, ya se trate de centros especializados, centros médico-pedagógicos o de unidades de pediatría, o bien se trate también del lugar del psicoanálisis del niño en la enseñanza universitaria. Si bien el psicoanalista del niño se encuentra con algunas dificultades, en Francia, es como en la mayoría de los países, pienso, y es respecto de los psicoanálisis de adultos y de las sociedades llamadas clásicas: pareciera como si el psicoanálisis del niño tuviera un lugar menor comparado con el que se le da a la formación del psicoanalista de adultos. Así se creó en Francia hace cinco años una Asociación Psicoanalítica del Niño.
Quisiera ahora encontrar algunos conceptos precisos para mostrarles la originalidad de nuestro psicoanálisis del niño. Quizás al oírme tendrán la impresión de que lo que considero como original dista mucho de serlo. Sin embargo, me arriesgo a encontrar esta característica.